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Arquitectura sostenible al servicio de las personas. Una filosofía sobre la que cimientan sus bases los proyectos del despacho valenciano Lecoc Arquitectos. Diseños que, inspirados en la naturaleza, apelan a los sentidos con un lenguaje propio donde el espacio respire esencia, orden, proporción, luz y tranquilidad, pero siempre con la mirada puesta en el cuidado del medio ambiente. No como algo superfluo, sino inherente al ADN de esta firma que ha hecho de la sostenibilidad su sello de identidad.
Liderado por Alicia Medrano y Fernando Pedrosa, este estudio valenciano nació con una clara vocación: desarrollar arquitectura contemporánea bajo la teoría de la sostenibilidad. “Nuestra arquitectura se nutre de las grandes escuelas, que suponen una fuente de inspiración constante, de nuestros viajes y estancias en otros países, de colaboraciones con estudios de arquitectura nacionales e internacionales, de la escuela japonesa, holandesa y portuguesa, de Suiza de la mano de Le Corbusier y de la cultura alemana de la Bauhaus”, explica Pedrosa.
Unas influencias que se reflejan en un trabajo que no solo ha dejado su impronta en València, su ciudad de origen, sino que ha exportado a nivel internacional a países como Argelia o Alemania. Su proyecto más ambicioso ha sido L’Oncopole, un hospital oncológico en la ciudad argelina de Orán que ya es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad. Precisamente, el segmento sanitario copa gran parte de su portfolio por esa concepción de la arquitectura como herramienta para “mejora la vida de las personas”.
Fruto de ese interés por la exploración de nuevas culturas, llegó la oportunidad de dar el salto a Argelia y construir un gran centro de oncología en Orán. Una aventura que surgió de la mano de un cliente de la zona e implicó infinidad de viajes, visitas, reuniones, muchísimo trabajo y un profundo conocimiento de la cultura magrebí para poder levantar un centro con los últimos tratamientos oncológicos y la máxima calidad y seguridad.
Con un presupuesto de más de 18 millones de euros, el hospital cuenta con un equipamiento médico, seleccionado por ellos y un conjunto de especialistas oncólogos de Alemania, Francia o Países Bajos. “El edificio es un lugar para tratar pacientes, pero para Orán es también un polo de atracción de talento médico y de investigación, y un paso más en el desarrollo del país”, explica Pedrosa. Una obra con una volumetría clara y que parte de la idea de desarrollar el programa alrededor de un patio central, que aporta iluminación y espacio al centro del proyecto.
En la construcción del hospital se han conjugado la materialidad y la personalidad de la arquitectura tradicional árabe con el diseño y la tecnología más vanguardista, dando cabida a la más alta tecnología de multinacionales como General Electric, IBA o Elekta. “Hemos rescatado la sabiduría arquitectónica tradicional de Argelia reinterpretando de manera contemporánea elementos de la arquitectura mediterránea, como la musharabia, con el fin de ligar el edificio a la cultura del lugar”, detalla Pedrosa.
Este hospital es la primera fase de un proyecto arquitectónico aún más ambicioso, de 70 millones de euros. Su ampliación ya está en marcha e incluye un centro de hospitalización con 180 camas y otro de especialidades, quirófanos, consultas externas y laboratorios, así como un centro de investigación y formación en oncología, que apostará fuertemente por la medicina nuclear.
Como en todos sus trabajos, la propuesta arquitectónica se adapta a las condiciones climáticas de su entorno para hacerla más sostenible y eficiente. “Nuestros esfuerzos se enfocan en aunar una sostenibilidad ecológica, económica y social, dando respuesta a las necesidades de nuestros clientes con un enfoque global”, asegura Medrano. Un compromiso que explotan al máximo con la búsqueda constante de soluciones arquitectónicas sostenibles y eficientes, introduciendo siempre criterios bioclimáticos, optimizando recursos naturales, disminuyendo el consumo energético y promoviendo las energías renovables. Además, ahondan en el uso de materiales como la cerámica, cuya versatilidad y prestaciones pueden ayudar a configurar espacios más eficientes.
En tiempos en los que la construcción ha sabido adaptarse a las nuevas demandas de consumidores más exigentes y en los que ese concepto de ‘arquitectura bioclimática’ cobra mayor interés, para Lecoc no se trata de una mera moda pasajera, sino que debe encaminar las nuevas fórmulas del sector y formar parte de las nuevas propuestas inmobiliarias. “Como arquitectos tenemos la oportunidad y la responsabilidad de darle forma al futuro. La sostenibilidad no es solo para el medioambiente, es sobre todo para las personas”, incide Medrano.
Ahora, Lecoc Arquitectura está inmerso en diferentes proyectos en València y Baleares. Destaca la Clínica Cózar de Traumatología y Estética o proyectos de museografía para la Ciudad de las Artes y las Ciencias. En residencial, se encuentran en pleno desarrollo de viviendas sostenibles y modulares en Mallorca y también han trabajado en el Residencial València Golf en Torre en Conill, una promoción de siete viviendas de lujo en la prestigiosa urbanización valenciana.
De cara al futuro, siguen explorando nuevas líneas de investigación de materiales y sistemas arquitectónicos, apoyando a Universidades y Asociaciones que potencien la investigación y el talento, al tiempo que siguen apostando por proyectos caracterizados por un alto grado de implicación con la sostenibilidad y la eficiencia energética. “Estamos orgullosos de donde venimos, consideramos que los arquitectos valencianos vamos a tener mucho que decir en el futuro, y nos gustaría liderar ese proceso de internacionalización”, concluyen.
